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80 personas participan en la jornada de Vida Independiente

80 personas participan en la jornada de Vida Independiente

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El pasado miércoles tuvo lugar la celebración de las jornadas Vida independiente de las personas con discapacidad intelectual que congregó a 80 personas pertenecientes a las asociaciones federadas de las nueve provincias de Castilla y León.


Es la primera ocasión en la que Plena inclusión Castilla y León aborda esta temática con los propios interesados y el objetivo es alcanzar una vida independiente para las personas con discapacidad intelectual desde la ciudadanía.


A lo largo de la jornada se ha ido profundizando desde una contextualización general al caso concreto de la mano de Asprodes en Salamanca, que ha sido pionera en poner en marcha un servicio independiente de asistentes personales donde 50 personas ya lo están utilizando. Un servicio, que según han explicado, presta apoyo en función de las necesidades de cada persona. La cartera de servicios abarca distintos ámbitos, como el laboral, el de la vivienda, del ocio, o de la salud.


La responsable del programa de ciudadanía activa en Plena inclusión Castilla y León, organizadora de este encuentro Julia Mohino, ha destacado que ?no hay mucho conocimiento de este tipo de prestaciones. Asprodes han sido los primeros en implantarlo aunque el resto de organizaciones federadas están trabajando para disponer de esta ayuda?.


Para Mohino, primera en intervenir en la jornada afirma que, "el ejercicio de ciudadanía es un ejercicio de responsabilidad y se debe cumplir la Convención de Derechos de la ONU de las personas con discapacidad en la que rigen dos principios básico: la igualdad desde la no discriminación y la accesibilidad para que las personas con discapacidad intelectual puedan ser ciudadanos de pleno derecho"


Durante la jornada, celebradas en el Centro de Recursos Ambientales PRAE de Valladolid, se ha tratado el tema de cómo las personas con discapacidad intelectual puedan canalizar ese apoyo.


El movimiento de vida independiente surge a finales de los años 60 a raíz de la vida autónoma que llevan las personas con discapacidad física. Se trata de una figura de apoyo a las personas con diversidad funcional que, aunque en Estados Unidos y en Europa llevan décadas implantada, en España empieza a ser tratada en el mundo de los servicios sociales. Se trata de una figura que cobra relevancia por la promoción de la autonomía y de la atención de las personas en situación de dependencia. Sin embargo, trasladarlo a la vida de las personas con discapacidad intelectual entraña mayor dificultad al entrar en conflictos con aspectos más controvertidos como la toma de decisiones.


Durante la jornada se han expuesto los casos personales de algunas personas con discapacidad intelectual que disfrutan de una vida más autónoma. Es el caso de Asun Acebes, una mujer de 39 años que trabaja en el centro de Asprona León en Quintana de Raneros. Tiene una discapacidad intelectual que no le impide llevar una vida plena e independiente como ella misma relata. Después de 9 años viviendo en un piso tutelado por Asprona León se fue a vivir a un piso compartido. Desde hace seis años comparte piso. Diariamente desarrolla tareas domésticas como ir a la compra, gestionar sus citas médicas o ir al banco. Testimonios como el de ella han servido de apoyo e inspiración a los asistentes a la jornada.