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Celebramos el Día internacional del Pilates

Celebramos el Día internacional del Pilates

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"Me ha gustado mucho porque se puede hacer sentado" o "estos chicos lo han hecho muy bien, así que nosotros también" estas son algunas de las valoraciones que los residentes de las residencias públicas Cardenal Mendoza de Valladolid y otras residencias de la región han realizado con motivo del Día Internacional del Pilates (Pilates Day), una actividad 100% inclusiva, organizada por Plena inclusión Castilla y León con el fin de fomentar la inclusión de las personas con discapacidad intelectual en la sociedad.


A lo largo de la mañana, las residencias de la región han acogido una demostración de pilates a cargo de los profesores, Carlos Marín y Mª Angeles Arribas, y una decena de personas mayores con discapacidad intelectual de Fundación Personas, el Centro San Juan de Dios y el Centro Padre Zegrí que durante el pasado año se formaron en el método del pilates y participaron en un pilotaje sobre sus beneficios.


En esta línea, Plena inclusión Castilla y León quiere avanzar en la inclusión social de las personas mayores con discapacidad intelectual en entornos normalizados. Una realidad que cada vez es más patente (hasta hace no tantos años, hablar de personas con discapacidad intelectual y procesos de envejecimiento era algo extraño) ya que las personas con discapacidad intelectual tienen una esperanza de vida en torno a los 70 años (un dato ya próximo a la media) pero con la particularidad de que es un envejecimiento prematuro manifestándose en torno a los 45 años.


Por lo tanto, una de las líneas prioritarias de Plena inclusión es apoyar el envejecimiento activo de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, con el objetivo de mejorar su calidad de vida. En esa línea se desarrollan un conjunto de actuaciones dirigidas a evitar el envejecimiento prematuro, retrasando la aparición de síntomas y permitiendo un envejecimiento saludable. Desde un enfoque triple: individualizado, preventivo e integral.


Ahí entra el Pilates, que es mucho más que un conjunto de ejercicios. Es una forma de pensar y un estilo de vida. Los que lo practican consiguen beneficios enormes, entre ellos mayor fuerza y resistencia muscular, más flexibilidad en las articulaciones y un aumento en del control postural (en espalda, por ejemplo). Realizarlo mejora la capacidad de vida de las personas con discapacidad, tanto en aspectos físicos, como psicológicos.